Atemporal y de belleza natural

Tonos como arena en el mar: casi ninguna otra madera crea tantos matices, estados de ánimo y estilos diferentes como el roble.

Como tabla exclusiva extralarga, habla de la inmensidad del desierto, como suelo antico color miel, de la calidez de tus propias cuatro -perdón- cinco paredes, y ligeramente descolorido, porque de textura grisácea, de playas, embarcaderos y hierba de dunas, de interminables días de vacaciones en Maine.

Y mientras la caravana de moda avanza, tú dices: Cariño, hemos venido para quedarnos. En un hogar atemporal y naturalmente bello.

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